viernes, 10 de septiembre de 2010

Las Montañas de la vida

“No son las montañas que conquistamos sino a nosotros mismos” Sir Edmund Hillary
Durante las 2 semanas de una escapada a los Alpes italianos con un grupo de amigos donde ascendimos todos los días alguna cumbre, tuvimos tiempo de sobra para reflexionar sobre las montañas, las reales y las de la vida, y lo que significan.¿Cuándo es la última vez que alcanzamos una cima nuestra vida? Para algunos, parece que siempre estamos escalando alguna meta y creemos que la montaña (la de verdad) nos puede enseñar mucho:
Aligerar la mochila. Tener muchas cosas, mucho “bagaje” no necesariamente te ayudan en el camino. Los pensamientos positivos y los amigos son un peso mucho más ligero y te motivan a seguir subiendo
Un paso a la vez. Crees que no puedes andar 7 horas o subir 1000metros, pero lo haces concentrándote en cada paso.
No lo hagas solo. Ir solo en la montaña puede ser arriesgado. Compartir el viaje con otros magnifica la experiencia y te demuestra que puedes hacer cosas que solo, hubiera sido imposible. Aprenda también a seguir los consejos de los que conocer mejor el terreno; los guías minimizan el riesgo y lo hacen más placentero.
Aclimatarse. No alcanzarás ninguna cima si empiezas demasiado deprisa. Además hay que apreciar las maravillas que encuentras en el camino, no todo es conquistar la cima.
Mide tus energías. Creía que “llegaba” media docena de veces antes de llegar a la cima. Las cosas tardan más de lo que esperabas y no hay que desmotivarse, sino aprender a conservar energía y fuerzas – puedes necesitarlas cuando menos lo esperas.
Subir la cima es opcional, descender es mandatario. Las montañas estarán allí mañana, hay que saber cuando dar la vuelta y dejar las cimas para otro día. Los fracasos forman parte de la aventura, se puede aprender mucho de ellos.

Las montañas son como los retos en la vida; no podrás ascender a todas las cimas pero deberías aprender y sobre todo disfrutar de cada intento.